lunes, 29 de abril de 2013

Armas, dinero y apoyo territorial de Venezuela para la revolución cubana en 1958. Parte VI y última




Armas, dinero y apoyo territorial para operaciones desde Venezuela para la revolución cubana en 1958 I. Parte




http://lapredicacastrocomunistaenvenezuela.blogspot.com/2013/04/armas-dinero-y-apoyo-territorial-de.html


Armas, dinero y apoyo territorial de Venezuela para la revolución cubana en 1958. Parte V
http://lapredicacastrocomunistaenvenezuela.blogspot.com/2013/04/armas-dinero-y-apoyo-territorial-de_19.html

                                        “…La verdad existe, y no es más que el reconocimiento de la realidad…” 


Oscar José Márquez

Traslado de las armas y municiones y a  Manuel Urrutia a la Sierra Maestra 
A pesar de que las autoridades venezolanas habían trasladado y depositado en una de las pistas adyacentes del antiguo terminal aéreo de Maiquetía  unas siete toneladas de armas y municiones, de las doscientas ofrecidas para contribuir con el triunfo de la revolución cubana, el M-26 de Julio no había podido trasladarlas a la Sierra Maestra.
El piloto estrella con el mayor número de horas de experiencia en vuelos clandestinos  sobre Cuba y aterrizajes en la Sierra Maestra, Pedro Díaz Lanz se encontraba en México sin poder salir de este país con otro avión que había adquirido en Miami el M-26 de Julio, por estar sujeto a una causa criminal por la expedición fracasada de Morelia (contrabando de armas).
Por este motivo los cubanos Luis Orlando, y Luis M Buch Rodríguez  viajaron a México a  entrevistarse  con Pedro Díaz Lanz quien se comprometió ante ellos  de  entrenar a los  pilotos  designados para el traslado de las armas venezolanas a la Sierra Maestra. Esta responsabilidad la asumieron el  piloto Segredo y el copiloto Humberto Armada y se trasladaron a México donde recibieron las  instrucciones de Pedro Díaz Lanz, con una carta aeronáutica de Cuba y el Caribe con las  rutas a seguir para poder localizar las pistas habilitadas en la Sierra Maestra.
Los referidos pilotos ya en Venezuela, tuvieron que probar el avión Curtiss C-46,   realizando distintos vuelos a lo largo de la costa y alta mar sobre  territorio venezolano para comprobar la operatividad y maniobrabilidad de la aeronave así como su  consumo de combustible por / millas.
Cuando los pilotos  conocieron las rutas a seguir para evitar ser detectados por las fuerza de Fulgencio Batista y concluido a su vez su  entrenamiento en el Curtiss C-46,  los integrantes del M-26 de Julio sección Venezuela se comunicaron con Fidel Castro a través de la red Radial Indio Azul en Caracas y Radio Rebelde en Sierra Maestra.  Este ordenó  el traslado de las armas para el día 06 de Diciembre de ese año de 1958. Se debía partir de Maiquetía a las 20:30 horas, de manera que la aeronave arribara  a Cienaguilla (en la Sierra Maestra) después de las doce de la noche.
A partir de de ese momento las comunicaciones cifradas entre  la Sierra Maestra con  Caracas aumentaron  señalando Buch al respecto que “…y no te digo La Plata, porque ya los compañeros del Primer Frente estaban avanzando sobre el llano, ya se había  librado la batalla de Guisa, se hicieron constantes. Por esa vía  se coordinó la ruta y el horario de vuelo y hasta las personas que debían de viajar…”
Para encubrir como fachada la ruta ilegal del Curtiss C-46,  ante  la comunidad internacional   con su carga de armas y municiones se solicitó ante la autoridad aeronáutica venezolana la ruta que partiría de Maiquetía (Caracas) con escala en Kingston Jamaica,   y  destino final   el aeropuerto internacional de Miami. El plan era desviarse del corredor aéreo permitido a seguir, desviándolo para descender en Cienaguilla (Sierra Maestra), descargar las armas y municiones en un tiempo no mayor a veinte minutos  y proseguir de inmediato a Kingston donde por cable la tripulación de la aeronave recibiría la orden de retornar  a Maiquetía.
Ante una probable sospecha por parte de la torre de control en Kingston (Jamaica)  de que se tratase de un  vuelo clandestino a Cuba,  los  integrantes del M-26 de Julio, en coordinación con las autoridades venezolanas una vez establecida la ruta, lograron que la torre de control de Maiquetía demorara la salida del Curtiss C-46 unos cuarenta y cinco minutos dando tiempo  así para que se dirigiera a Cienaguilla para descargar los pasajeros, las armas y municiones   y continuara su vuelo   para  Kingston.
Según las instrucciones emitidas por el propio Fidel Castro,  mediante mensaje cifrado y trasmitidas  a través de la Radio Rebelde a Indio Azul en Caracas señalaban quienes  debían de viajar en el Curtiss C-46,  entre ellos el Dr. Manuel Urrutia su esposa,  la Sra. Esperanza Llaguno, su hijo, Luis Orlando Rodríguez, el piloto Willy Figueroa.
El otro pasajero autorizado por Fidel Castro fue Enrique Jiménez, dirigente y combatiente dominicano quien una vez desembarcado  en la  Sierra Maestra se incorporó a las filas del ejército rebelde resultando herido en la batalla de Maffó.  Posteriormente,  en junio de 1959, dirigió una brigada internacional que partió de Venezuela (Maiquetía) a Santo Domingo donde fueron aniquilados por las fuerzas de Rafael Leónidas Trujillo una vez que invadieron territorio de la Republica Dominicana.  
Por otra parte  José LLanusa,  responsable del Comité en el Exilio del M-26 de Julio,  que había viajado  de Miami a Caracas no pudo abordar el vuelo  a la Sierra Maestra por no estar autorizado por Fidel Castro, además que  el avión iba sobrecargado. Pero le envió  a Fidel Castro un par de botas con las  que entró a La Habana, según Buch quien nos señala en su recuento “… lleve usted este uniforme y estas botas a Fidel, que seguramente le sirven por su talla…”  continua Buch con su narración señalando “…el uniforme quizás no sea el mismo, pero las botas seguramente si, pues las que él calzaba en los días en que nosotros llegamos a la Sierra Maestra estaban destrozadas. Pero por lo menos a LLanusa le queda el consuelo de que Fidel pisará triunfante las calles de Santiago de Cuba y de toda la República con las botas que él había adquirido para pelear en la guerrilla…”
El sábado 06 de diciembre de 1958
El sábado 06 de diciembre de 1958 un día antes de que produjeran las elecciones presidenciales en Venezuela donde resultó electo por abrumadora   mayoría el candidato de Acción Democrática, Rómulo Betancourt, se produciría el tan ansiado traslado de las siete toneladas de armas y municiones de las ofrecidas a Fidel Castro para contribuir con la revolución cubana por parte del Gobierno de Wolfang Larrazábal.

 Ametralladoras Browning M-60

Fusil de asalto Browning o Bar  calibre 30-06


Fusiles Garand M-1


El tipo y relación de las armas enviadas a Cuba 
Ese día a  las 18:00horas salieron de Caracas rumbo a la Guaira, en el automóvil de Sergio Rojas, el Dr. Manuel Urrutia, su esposa y su hijo, Luis M Buch Rodríguez  y el piloto Willy Figueroa, y se dirigieron a un pequeño hotel de madera adyacente del Mar, en el que se encontraban Luis Orlando Rodríguez y Enrique Jiménez, quienes habían ayudado a cargar las armas y municiones en el avión las cuales consistían  según Luis M Buch Rodríguez  en:
1.   11 cajas con  150 fusiles Garand M-1  con sus portafusiles y tres cargadores para cada uno (450)
2.   Tres cajas con 20 fusiles de asalto Browning o Bar  calibre 30-06 con tres cargadores para cada uno (60)
3.   Cinco cajas con 10 ametralladoras Browning M-60  calibre punto 30 con soporte y sus respectivas cintas
4.   35 cajas de municiones  con 99.950 cartuchos calibres. 30-06
5.   Una caja con granadas fragmentaria
6.   Un Fusil Automático Liviano  (FAL)  7.62  con sus cargadores

Un fusil FAL para Fidel Castro de parte de un oficial de la Marina de Guerra venezolana 
Con antelación a la salida para el Aeropuerto de Maiquetía, decidieron dirigirse al apostadero naval de la Marina de Guerra, en la Guaira según referiría a mediados de 1980  Luis M Buch Rodríguez “…El Jefe nos atendió  muy amablemente, nos brindó café  y deseó buen viaje. Antes de que nos retiráramos, le entregó a  Luis Orlando un Fusil Automático Liviano  (FAL)  7.62  con su parque, para que,  en nombre  de él se lo entregara al Comandante en Jefe, como presente que reconocía y expresaba la admiración suya hacia la bravura de Fidel. Recuerdo que, estando en la Comandancia  General de la Rinconada, en más de una oportunidad vi a Fidel dispararle con aquel FAL a las avionetas que sobrevolaban el lugar…”.
Años más tarde se conocería el nombre  del oficial que le envió un Fusil   Automático Liviano (FAL) 7.62 por supuesto que con la autorización de su superioridad, el capitán de Fragata Carlos Alberto Taylhardat.
En el 1999 Carlos Alberto Taylhardat, rompe su silencio y   publica en El Nacional del 31 de diciembre  una versión sobre su participación de ese sábado  06 de diciembre de 1958 en que se envía el lote de   armas a la sierra Maestra.

Carlos Alberto Taylhardat,  El Nuevo Herald  en fecha  01-01-2008

En el 2008 Carlos Alberto Taylhardat, le concede una entrevista  a Castro Ocando sobre  su participación en la entrega de armas al Movimiento 26 de Julio Cubano, que serian publicados en El Nuevo Herald  en fecha  01-01-2008. En la referida   entrevista se mencionó que  “…se le encomendó la misión  de  coordinar  una serie de de viajes clandestinos a la Sierra Maestra, Cuba desde Caracas a fines  1958, con el fin de abastecer la revolución cubana de armas…”.  Su narración concuerda con la  relación de armas y municiones que  Luis M Buch Rodríguez le dio a Suárez a mediados de la década de los ochenta entregadas a la revolución cubana, y que a su vez cuadra  con un  documento del Servicio de Armamento del Ejército fechado el  21 de noviembre de 1958 que relaciona las siete toneladas cedidas y enviadas, de las doscientas ofrecidas  a Fidel Castro.
Sin embargo la narración de Carlos Alberto Taylhardat contrasta con la de Luis M Buch Rodríguez  en referencia a que Taylhardat  nunca abordó el avión Curtiss C-46, ya que no era posible por no estar autorizado por Fidel Castro a viajar a la Sierra Maestra, amén de que era un oficial activo de las FF.AA venezolanas y mal podría ir en un avión con un cargamento clandestino de armas y municiones.
Pasada las 21:00 horas, de ese sábado preelectoral del 06 de diciembre de 1958  los integrantes del M-26 de Julio proceden a  retirarse  de las instalaciones de la Marina Guerra venezolana  y parten para el aeropuerto de Maiquetía. Los automóviles se estacionaron a un lado del avión Curtiss C- 46, donde los tripulantes ya estaban en sus puestos así como  las armas y municiones en sus cajas de madera debidamente aseguradas en el centro  del avión. Los pasajeros se ubicaron lo mejor que pudieron en vista de que el mismo, por la carga  que llevaba, no tenía asientos.
El  Curtiss C-46 levantó su vuelo a la 10.30 horas, partiendo con dos horas de retraso de acuerdo a lo convenido anteriormente. Ya en ruta después de tres horas,  los pilotos perdieron el rumbo además el motor izquierdo  perdía temperatura. Por este motivo Wiliy Figueroa, quien era otro piloto que iba bordo y que tenía experiencia con esos vuelos ilegales sobre Cuba, les ayudó a corregir la ruta girando al noroeste en busca de las señales del Faro de Cabo Cruz. 
Una vez que las divisaron, las tomaron como guía para penetrar sobre el Golfo de Guacanayabo, donde localizaron el poblado de Campechuela,   volando sobre él, en dirección a Cienaguilla, encendiendo y apagando las luces  del faro de avión según lo acordado y prendiéndose posteriormente las luces de la pista tomada por los rebeldes cubanos.
La tripulación descendió directamente sobre la pista, sacando el tren de amerizaje, y al tocar tierra el avión saltó sobre si mismo y se aplicaron los frenos hidráulicos   deteniéndose en un tramo sumamente corto. Con el avión encendido aun, se colocó una carreta  con unas tablas a través de la cual  descendieron los pasajeros y una docena de milicianos procedieron a retirar la carga, cantando a su vez el himno de Cuba y gritando “…viva Cuba libre…”  El avión despegó nuevamente y voló con su desperfecto  hacia Kingston, donde esperaban reparar el avión. Ante movimientos sospechoso que vieron en ese terminal decidieron seguir hacia   Aruba donde por espacio de  tres días se perdió el contacto con Caracas donde se especulaba lo peor sobre el destino de la aeronave.

Miliciano cubano con armamento donado por Venezuela 
Este armamento se utilizó en la batalla de Maffo según las palabras de Luis M Buch Rodríguez “…el Bautismo de fuego de los fusiles y ametralladoras yanquis donadas por los venezolanos fue en Maffo. Aquellas armas iban a ser muy útiles, si por fin  llegara a darse la Batalla de Santiago de Cuba, pero como tú sabes, la guarnición del Cuartel Moncada y los militares de la ciudad se sumaron a la revolución e impidieron, con esta actitud de último momento, que fuera necesario dar una cruenta batalla   por la conquista de la ciudad…”
La Batalla de Maffo se inicio el 10 de diciembre y concluyo veinte días mas tarde  el 01 de enero de 1959 y fue un hecho determinante para el  ejército rebelde cubano como preludio para la toma de Santiago de Cuba, en vista que les permitía el  control de la carretera Central  y si capturaban  Pala Soriano prácticamente se tomaba a Santiago de Cuba y a Bayano. 
Agradecimiento de Fidel Castro al Contra Almirante Wolfand [Wolfang] Larrazábal
Fuera de la entrevista  de Suárez a Luis M Buch Rodríguez,    de la recopilación y de las noventas palabras de agradecimiento  que escribió Fidel Castro en la obra  La contra ofensiva estratégica publicada en La Habana, en la historiografía cubana sobre la revolución Cubana poco o nada aparece del esfuerzo del pueblo venezolano y del Gobierno de la Junta Patriótica  de 1958, en la contribución del éxito de la revolución cubana, y menos aun por parte de los integrantes  y seguidores del castro comunismo en Venezuela.
Como señaláramos anteriormente, Fidel Castro en la obra La contra ofensiva estratégica relató “… Recuerdo que el 8 de diciembre aterrizó en Cienaguilla, al oeste del firme de la Maestra, un avión procedente de tierra venezolana con un alijo de armas que enviaba a nuestro Ejército Rebelde la Junta Patriótico Militar que había derrocado el 23 de enero de ese año al dictador Marcos Pérez Jiménez en Venezuela…”. Continua Fidel castro relatando
“…En esa ocasión recibí un fusil FAL. Ya estaba persuadido de la importancia, para las batallas finales de la guerra, de emplear armas automáticas por su elevado volumen de fuego…”
Concluyendo  Fidel Castro su reseña “… Para expresar el agradecimiento infinito de Cuba a Wolfang Larrazábal, protagonista del gesto solidario, le escribí una carta…”

Carta de Fidel Castro para Wolfang Larrazábal

Sierra Maestra Dic. 12, 58
Contra Almirante
Wolfang  Larrazábal
Admirado amigo:

¿Qué puedo decirle después de su noble y espontáneo gesto?

Hay que llevar dos años luchando contra todos los obstáculos, las armas confiscadas antes de llegar a Cuba, los frutos de los sacrificios económicos de tantos compatriotas perdidos la mayor parte por la persecución de los gobiernos, para comprender con cuánta emoción y gratitud recibimos la ayuda que usted nos envía en nombre de Venezuela.

Hemos visto convertido en realidad lo que durante mucho tiempo fue como un sueño. Temo que usted no llegue a imaginarse cuánto se lo agradecemos.

A la satisfacción que ha de producirle el beneficio que de mano suya recibe este pueblo que tanto quiere al suyo y lo admira a usted, puede añadir la seguridad de que muchos cubanos buenos, combatientes de una causa justa, dispuestos a hacer por Venezuela lo que hacen por Cuba, le deberán la vida, porque lo que se recibe en armas se ahorra en sangre, y esto, yo que he visto caer a tantos compañeros entrañables, siempre los mejores, se lo agradeceré eternamente. Desde hoy le digo que cualquiera que sea la posición que usted ocupe en su país, la más alta o la más modesta, para nosotros será siempre el primero de los venezolanos.
Fraternalmente

Fidel Castro Ruz (firma)

Carta Tomada de la contraofensiva

Como hemos señalado la historiografía cubana y la izquierda venezolana poca o ninguna referencia han hecho por reconocer la ayuda y  el  esfuerzo realizado por el pueblo venezolano y su gobierno  al suministrar armas, dinero y apoyo territorial para las diferentes coordinaciones del Movimiento 26 de julio que permitió sensibilizar a la opinión pública internacional de las acciones  del ejército rebelde cubano y menos aun de demostrar su gratitud al respecto.

Todo lo contrario a partir de 1959 comenzó la penetración por parte del castro comunismo en Venezuela, a través de sus acciones para penetrar, infiltrar y captar utilizando el Aparat del comunismo internacional,  lo que llamaban las    organizaciones auxiliares,  integradas por las diferentes asociaciones, comités, federaciones, colegios profesionales organizaciones pacifistas, sindicalistas, asociaciones feministas y  sobre todo el sector estudiantil, que llenaron de miseria, muerte y desolación a la Nación venezolana durante años.  Y que aun hoy en día ese castro comunismo  deja sentir su influencia al controlar el quehacer político venezolano, sobreviviendo de este con su  erario nacional (petrodólares)  para sostener un concepto político que a todas luces de la historia y sociología política   fracaso en el Siglo XX en perjuicio de su pueblo. 

Como citar este artículo
How to cit this article.
Márquez, Oscar J. “Armas, dinero y apoyo territorial  de Venezuela para la revolución cubana en 1958 VI. Parte y Ultima ”, entrada del lunes   29   de Abril  de 2013, consultado el xx / xx/ URL
http://lapredicacastrocomunistaenvenezuela.blogspot.com/2013/04/armas-dinero-y-apoyo-territorial-de_29.html


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Castro Ocando. Revelan detalles de entrega secreta de armas a Castro

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