lunes, 29 de abril de 2013

Armas, dinero y apoyo territorial de Venezuela para la revolución cubana en 1958. Parte VI y última




Armas, dinero y apoyo territorial para operaciones desde Venezuela para la revolución cubana en 1958 I. Parte




http://lapredicacastrocomunistaenvenezuela.blogspot.com/2013/04/armas-dinero-y-apoyo-territorial-de.html


Armas, dinero y apoyo territorial de Venezuela para la revolución cubana en 1958. Parte V
http://lapredicacastrocomunistaenvenezuela.blogspot.com/2013/04/armas-dinero-y-apoyo-territorial-de_19.html

                                        “…La verdad existe, y no es más que el reconocimiento de la realidad…” 


Oscar José Márquez

Traslado de las armas y municiones y a  Manuel Urrutia a la Sierra Maestra 
A pesar de que las autoridades venezolanas habían trasladado y depositado en una de las pistas adyacentes del antiguo terminal aéreo de Maiquetía  unas siete toneladas de armas y municiones, de las doscientas ofrecidas para contribuir con el triunfo de la revolución cubana, el M-26 de Julio no había podido trasladarlas a la Sierra Maestra.
El piloto estrella con el mayor número de horas de experiencia en vuelos clandestinos  sobre Cuba y aterrizajes en la Sierra Maestra, Pedro Díaz Lanz se encontraba en México sin poder salir de este país con otro avión que había adquirido en Miami el M-26 de Julio, por estar sujeto a una causa criminal por la expedición fracasada de Morelia (contrabando de armas).
Por este motivo los cubanos Luis Orlando, y Luis M Buch Rodríguez  viajaron a México a  entrevistarse  con Pedro Díaz Lanz quien se comprometió ante ellos  de  entrenar a los  pilotos  designados para el traslado de las armas venezolanas a la Sierra Maestra. Esta responsabilidad la asumieron el  piloto Segredo y el copiloto Humberto Armada y se trasladaron a México donde recibieron las  instrucciones de Pedro Díaz Lanz, con una carta aeronáutica de Cuba y el Caribe con las  rutas a seguir para poder localizar las pistas habilitadas en la Sierra Maestra.
Los referidos pilotos ya en Venezuela, tuvieron que probar el avión Curtiss C-46,   realizando distintos vuelos a lo largo de la costa y alta mar sobre  territorio venezolano para comprobar la operatividad y maniobrabilidad de la aeronave así como su  consumo de combustible por / millas.
Cuando los pilotos  conocieron las rutas a seguir para evitar ser detectados por las fuerza de Fulgencio Batista y concluido a su vez su  entrenamiento en el Curtiss C-46,  los integrantes del M-26 de Julio sección Venezuela se comunicaron con Fidel Castro a través de la red Radial Indio Azul en Caracas y Radio Rebelde en Sierra Maestra.  Este ordenó  el traslado de las armas para el día 06 de Diciembre de ese año de 1958. Se debía partir de Maiquetía a las 20:30 horas, de manera que la aeronave arribara  a Cienaguilla (en la Sierra Maestra) después de las doce de la noche.
A partir de de ese momento las comunicaciones cifradas entre  la Sierra Maestra con  Caracas aumentaron  señalando Buch al respecto que “…y no te digo La Plata, porque ya los compañeros del Primer Frente estaban avanzando sobre el llano, ya se había  librado la batalla de Guisa, se hicieron constantes. Por esa vía  se coordinó la ruta y el horario de vuelo y hasta las personas que debían de viajar…”
Para encubrir como fachada la ruta ilegal del Curtiss C-46,  ante  la comunidad internacional   con su carga de armas y municiones se solicitó ante la autoridad aeronáutica venezolana la ruta que partiría de Maiquetía (Caracas) con escala en Kingston Jamaica,   y  destino final   el aeropuerto internacional de Miami. El plan era desviarse del corredor aéreo permitido a seguir, desviándolo para descender en Cienaguilla (Sierra Maestra), descargar las armas y municiones en un tiempo no mayor a veinte minutos  y proseguir de inmediato a Kingston donde por cable la tripulación de la aeronave recibiría la orden de retornar  a Maiquetía.
Ante una probable sospecha por parte de la torre de control en Kingston (Jamaica)  de que se tratase de un  vuelo clandestino a Cuba,  los  integrantes del M-26 de Julio, en coordinación con las autoridades venezolanas una vez establecida la ruta, lograron que la torre de control de Maiquetía demorara la salida del Curtiss C-46 unos cuarenta y cinco minutos dando tiempo  así para que se dirigiera a Cienaguilla para descargar los pasajeros, las armas y municiones   y continuara su vuelo   para  Kingston.
Según las instrucciones emitidas por el propio Fidel Castro,  mediante mensaje cifrado y trasmitidas  a través de la Radio Rebelde a Indio Azul en Caracas señalaban quienes  debían de viajar en el Curtiss C-46,  entre ellos el Dr. Manuel Urrutia su esposa,  la Sra. Esperanza Llaguno, su hijo, Luis Orlando Rodríguez, el piloto Willy Figueroa.
El otro pasajero autorizado por Fidel Castro fue Enrique Jiménez, dirigente y combatiente dominicano quien una vez desembarcado  en la  Sierra Maestra se incorporó a las filas del ejército rebelde resultando herido en la batalla de Maffó.  Posteriormente,  en junio de 1959, dirigió una brigada internacional que partió de Venezuela (Maiquetía) a Santo Domingo donde fueron aniquilados por las fuerzas de Rafael Leónidas Trujillo una vez que invadieron territorio de la Republica Dominicana.  
Por otra parte  José LLanusa,  responsable del Comité en el Exilio del M-26 de Julio,  que había viajado  de Miami a Caracas no pudo abordar el vuelo  a la Sierra Maestra por no estar autorizado por Fidel Castro, además que  el avión iba sobrecargado. Pero le envió  a Fidel Castro un par de botas con las  que entró a La Habana, según Buch quien nos señala en su recuento “… lleve usted este uniforme y estas botas a Fidel, que seguramente le sirven por su talla…”  continua Buch con su narración señalando “…el uniforme quizás no sea el mismo, pero las botas seguramente si, pues las que él calzaba en los días en que nosotros llegamos a la Sierra Maestra estaban destrozadas. Pero por lo menos a LLanusa le queda el consuelo de que Fidel pisará triunfante las calles de Santiago de Cuba y de toda la República con las botas que él había adquirido para pelear en la guerrilla…”
El sábado 06 de diciembre de 1958
El sábado 06 de diciembre de 1958 un día antes de que produjeran las elecciones presidenciales en Venezuela donde resultó electo por abrumadora   mayoría el candidato de Acción Democrática, Rómulo Betancourt, se produciría el tan ansiado traslado de las siete toneladas de armas y municiones de las ofrecidas a Fidel Castro para contribuir con la revolución cubana por parte del Gobierno de Wolfang Larrazábal.

 Ametralladoras Browning M-60

Fusil de asalto Browning o Bar  calibre 30-06


Fusiles Garand M-1


El tipo y relación de las armas enviadas a Cuba 
Ese día a  las 18:00horas salieron de Caracas rumbo a la Guaira, en el automóvil de Sergio Rojas, el Dr. Manuel Urrutia, su esposa y su hijo, Luis M Buch Rodríguez  y el piloto Willy Figueroa, y se dirigieron a un pequeño hotel de madera adyacente del Mar, en el que se encontraban Luis Orlando Rodríguez y Enrique Jiménez, quienes habían ayudado a cargar las armas y municiones en el avión las cuales consistían  según Luis M Buch Rodríguez  en:
1.   11 cajas con  150 fusiles Garand M-1  con sus portafusiles y tres cargadores para cada uno (450)
2.   Tres cajas con 20 fusiles de asalto Browning o Bar  calibre 30-06 con tres cargadores para cada uno (60)
3.   Cinco cajas con 10 ametralladoras Browning M-60  calibre punto 30 con soporte y sus respectivas cintas
4.   35 cajas de municiones  con 99.950 cartuchos calibres. 30-06
5.   Una caja con granadas fragmentaria
6.   Un Fusil Automático Liviano  (FAL)  7.62  con sus cargadores

Un fusil FAL para Fidel Castro de parte de un oficial de la Marina de Guerra venezolana 
Con antelación a la salida para el Aeropuerto de Maiquetía, decidieron dirigirse al apostadero naval de la Marina de Guerra, en la Guaira según referiría a mediados de 1980  Luis M Buch Rodríguez “…El Jefe nos atendió  muy amablemente, nos brindó café  y deseó buen viaje. Antes de que nos retiráramos, le entregó a  Luis Orlando un Fusil Automático Liviano  (FAL)  7.62  con su parque, para que,  en nombre  de él se lo entregara al Comandante en Jefe, como presente que reconocía y expresaba la admiración suya hacia la bravura de Fidel. Recuerdo que, estando en la Comandancia  General de la Rinconada, en más de una oportunidad vi a Fidel dispararle con aquel FAL a las avionetas que sobrevolaban el lugar…”.
Años más tarde se conocería el nombre  del oficial que le envió un Fusil   Automático Liviano (FAL) 7.62 por supuesto que con la autorización de su superioridad, el capitán de Fragata Carlos Alberto Taylhardat.
En el 1999 Carlos Alberto Taylhardat, rompe su silencio y   publica en El Nacional del 31 de diciembre  una versión sobre su participación de ese sábado  06 de diciembre de 1958 en que se envía el lote de   armas a la sierra Maestra.

Carlos Alberto Taylhardat,  El Nuevo Herald  en fecha  01-01-2008

En el 2008 Carlos Alberto Taylhardat, le concede una entrevista  a Castro Ocando sobre  su participación en la entrega de armas al Movimiento 26 de Julio Cubano, que serian publicados en El Nuevo Herald  en fecha  01-01-2008. En la referida   entrevista se mencionó que  “…se le encomendó la misión  de  coordinar  una serie de de viajes clandestinos a la Sierra Maestra, Cuba desde Caracas a fines  1958, con el fin de abastecer la revolución cubana de armas…”.  Su narración concuerda con la  relación de armas y municiones que  Luis M Buch Rodríguez le dio a Suárez a mediados de la década de los ochenta entregadas a la revolución cubana, y que a su vez cuadra  con un  documento del Servicio de Armamento del Ejército fechado el  21 de noviembre de 1958 que relaciona las siete toneladas cedidas y enviadas, de las doscientas ofrecidas  a Fidel Castro.
Sin embargo la narración de Carlos Alberto Taylhardat contrasta con la de Luis M Buch Rodríguez  en referencia a que Taylhardat  nunca abordó el avión Curtiss C-46, ya que no era posible por no estar autorizado por Fidel Castro a viajar a la Sierra Maestra, amén de que era un oficial activo de las FF.AA venezolanas y mal podría ir en un avión con un cargamento clandestino de armas y municiones.
Pasada las 21:00 horas, de ese sábado preelectoral del 06 de diciembre de 1958  los integrantes del M-26 de Julio proceden a  retirarse  de las instalaciones de la Marina Guerra venezolana  y parten para el aeropuerto de Maiquetía. Los automóviles se estacionaron a un lado del avión Curtiss C- 46, donde los tripulantes ya estaban en sus puestos así como  las armas y municiones en sus cajas de madera debidamente aseguradas en el centro  del avión. Los pasajeros se ubicaron lo mejor que pudieron en vista de que el mismo, por la carga  que llevaba, no tenía asientos.
El  Curtiss C-46 levantó su vuelo a la 10.30 horas, partiendo con dos horas de retraso de acuerdo a lo convenido anteriormente. Ya en ruta después de tres horas,  los pilotos perdieron el rumbo además el motor izquierdo  perdía temperatura. Por este motivo Wiliy Figueroa, quien era otro piloto que iba bordo y que tenía experiencia con esos vuelos ilegales sobre Cuba, les ayudó a corregir la ruta girando al noroeste en busca de las señales del Faro de Cabo Cruz. 
Una vez que las divisaron, las tomaron como guía para penetrar sobre el Golfo de Guacanayabo, donde localizaron el poblado de Campechuela,   volando sobre él, en dirección a Cienaguilla, encendiendo y apagando las luces  del faro de avión según lo acordado y prendiéndose posteriormente las luces de la pista tomada por los rebeldes cubanos.
La tripulación descendió directamente sobre la pista, sacando el tren de amerizaje, y al tocar tierra el avión saltó sobre si mismo y se aplicaron los frenos hidráulicos   deteniéndose en un tramo sumamente corto. Con el avión encendido aun, se colocó una carreta  con unas tablas a través de la cual  descendieron los pasajeros y una docena de milicianos procedieron a retirar la carga, cantando a su vez el himno de Cuba y gritando “…viva Cuba libre…”  El avión despegó nuevamente y voló con su desperfecto  hacia Kingston, donde esperaban reparar el avión. Ante movimientos sospechoso que vieron en ese terminal decidieron seguir hacia   Aruba donde por espacio de  tres días se perdió el contacto con Caracas donde se especulaba lo peor sobre el destino de la aeronave.

Miliciano cubano con armamento donado por Venezuela 
Este armamento se utilizó en la batalla de Maffo según las palabras de Luis M Buch Rodríguez “…el Bautismo de fuego de los fusiles y ametralladoras yanquis donadas por los venezolanos fue en Maffo. Aquellas armas iban a ser muy útiles, si por fin  llegara a darse la Batalla de Santiago de Cuba, pero como tú sabes, la guarnición del Cuartel Moncada y los militares de la ciudad se sumaron a la revolución e impidieron, con esta actitud de último momento, que fuera necesario dar una cruenta batalla   por la conquista de la ciudad…”
La Batalla de Maffo se inicio el 10 de diciembre y concluyo veinte días mas tarde  el 01 de enero de 1959 y fue un hecho determinante para el  ejército rebelde cubano como preludio para la toma de Santiago de Cuba, en vista que les permitía el  control de la carretera Central  y si capturaban  Pala Soriano prácticamente se tomaba a Santiago de Cuba y a Bayano. 
Agradecimiento de Fidel Castro al Contra Almirante Wolfand [Wolfang] Larrazábal
Fuera de la entrevista  de Suárez a Luis M Buch Rodríguez,    de la recopilación y de las noventas palabras de agradecimiento  que escribió Fidel Castro en la obra  La contra ofensiva estratégica publicada en La Habana, en la historiografía cubana sobre la revolución Cubana poco o nada aparece del esfuerzo del pueblo venezolano y del Gobierno de la Junta Patriótica  de 1958, en la contribución del éxito de la revolución cubana, y menos aun por parte de los integrantes  y seguidores del castro comunismo en Venezuela.
Como señaláramos anteriormente, Fidel Castro en la obra La contra ofensiva estratégica relató “… Recuerdo que el 8 de diciembre aterrizó en Cienaguilla, al oeste del firme de la Maestra, un avión procedente de tierra venezolana con un alijo de armas que enviaba a nuestro Ejército Rebelde la Junta Patriótico Militar que había derrocado el 23 de enero de ese año al dictador Marcos Pérez Jiménez en Venezuela…”. Continua Fidel castro relatando
“…En esa ocasión recibí un fusil FAL. Ya estaba persuadido de la importancia, para las batallas finales de la guerra, de emplear armas automáticas por su elevado volumen de fuego…”
Concluyendo  Fidel Castro su reseña “… Para expresar el agradecimiento infinito de Cuba a Wolfang Larrazábal, protagonista del gesto solidario, le escribí una carta…”

Carta de Fidel Castro para Wolfang Larrazábal

Sierra Maestra Dic. 12, 58
Contra Almirante
Wolfang  Larrazábal
Admirado amigo:

¿Qué puedo decirle después de su noble y espontáneo gesto?

Hay que llevar dos años luchando contra todos los obstáculos, las armas confiscadas antes de llegar a Cuba, los frutos de los sacrificios económicos de tantos compatriotas perdidos la mayor parte por la persecución de los gobiernos, para comprender con cuánta emoción y gratitud recibimos la ayuda que usted nos envía en nombre de Venezuela.

Hemos visto convertido en realidad lo que durante mucho tiempo fue como un sueño. Temo que usted no llegue a imaginarse cuánto se lo agradecemos.

A la satisfacción que ha de producirle el beneficio que de mano suya recibe este pueblo que tanto quiere al suyo y lo admira a usted, puede añadir la seguridad de que muchos cubanos buenos, combatientes de una causa justa, dispuestos a hacer por Venezuela lo que hacen por Cuba, le deberán la vida, porque lo que se recibe en armas se ahorra en sangre, y esto, yo que he visto caer a tantos compañeros entrañables, siempre los mejores, se lo agradeceré eternamente. Desde hoy le digo que cualquiera que sea la posición que usted ocupe en su país, la más alta o la más modesta, para nosotros será siempre el primero de los venezolanos.
Fraternalmente

Fidel Castro Ruz (firma)

Carta Tomada de la contraofensiva

Como hemos señalado la historiografía cubana y la izquierda venezolana poca o ninguna referencia han hecho por reconocer la ayuda y  el  esfuerzo realizado por el pueblo venezolano y su gobierno  al suministrar armas, dinero y apoyo territorial para las diferentes coordinaciones del Movimiento 26 de julio que permitió sensibilizar a la opinión pública internacional de las acciones  del ejército rebelde cubano y menos aun de demostrar su gratitud al respecto.

Todo lo contrario a partir de 1959 comenzó la penetración por parte del castro comunismo en Venezuela, a través de sus acciones para penetrar, infiltrar y captar utilizando el Aparat del comunismo internacional,  lo que llamaban las    organizaciones auxiliares,  integradas por las diferentes asociaciones, comités, federaciones, colegios profesionales organizaciones pacifistas, sindicalistas, asociaciones feministas y  sobre todo el sector estudiantil, que llenaron de miseria, muerte y desolación a la Nación venezolana durante años.  Y que aun hoy en día ese castro comunismo  deja sentir su influencia al controlar el quehacer político venezolano, sobreviviendo de este con su  erario nacional (petrodólares)  para sostener un concepto político que a todas luces de la historia y sociología política   fracaso en el Siglo XX en perjuicio de su pueblo. 

Como citar este artículo
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Márquez, Oscar J. “Armas, dinero y apoyo territorial  de Venezuela para la revolución cubana en 1958 VI. Parte y Ultima ”, entrada del lunes   29   de Abril  de 2013, consultado el xx / xx/ URL
http://lapredicacastrocomunistaenvenezuela.blogspot.com/2013/04/armas-dinero-y-apoyo-territorial-de_29.html


Bibliografía
ABC 10-06-1961

Abreú Cardet José Miguel. Cuba y las expediciones de Junio de 1959. Santo Domingo: Editora José Manati 

Buch Rodríguez Luis M.  Gobierno Revolucionario Cubano: génesis y primeros pasos. La Habana: Editorial de Ciencias Sociales, 1999, 220 págs.
____________________Mas Allá de los Códigos. La Habana: Editorial de Ciencias Sociales, 1995

____________________ Suarez Suarez, Reinaldo Y Buch Rodríguez Luis M. Un insurreccional de dos épocas, con Guiteras y Fidel Castro. La Habana: editorial Ciencias Sociales. 2001 300Páginas Entrevista a  Luis M Buch  Coordinador General del M-26 de julio en el exilio  y responsable de sus relaciones públicas, Ministro de la Presidencia   y Secretario del Consejo de Ministro del Gobierno revolucionario de cuba 1959-1962

______________ Suarez Suarez, Reinaldo.  Otros Pasos del Gobierno Cubano Revolucionario Cubano: El Fin de la Luna de Miel  (Biografía del  Dr. Buch Rodríguez II. parte redactada  en primera persona como si fuese él bajo su supervisión)

Castro Fidel. La contra ofensiva estratégica. La Habana

Castro Ocando. Revelan detalles de entrega secreta de armas a Castro

El Nacional 31 de diciembre de 1999 El envío de armas a Castro por W. Lazarrabal Cuerpo D

La Vanguardia 10-06 1961 pág. 12

Llenera Mario. La Revolución Insospechada. El nacimiento y Desarrollo del Castrismo. Buenos Aires: Editorial Universitaria 1981, 237 Páginas  

Pérez Lecuna, Roberto. Apuntes para la historia militar de Venezuela  Caracas: El Viaje de Pez  1999, 1243 Págs.


Pidaval Francisco.Bolívar Pensamiento percusor del Antiperialismo.Guayaquil: Editor Universidad  De Guayaquil 1981, 244 Págs.

_____________. Los tres días de Fidel en Caracas: hace treinta años. Caracas Editor biblioteca de la Universidad central de Venezuela 1989, 52 Págs.  165 Págs.

______________Un cubano en Venezuela (Inédito)

_______________ Bolívar sus primeros pasos hacia la universalidad. La Habana. Editor  Gente Nueva 1982, 210 Páginas.

_________________Bolívar en Vivo y en Directo. La Habana: fondo Editorial Carlos Aponte. 1986, 75 Páginas  

Rodríguez Barazarte. Aspectos de la relaciones entre Venezuela y Cuba. Fondo Editorial A.L.E.M,  171 Págs.

Ruiz Millares Oscar. La Común Historia de Cuba y Venezuela. Caracas: Universidad Bolivariana, 143 Páginas 

Suarez Suarez, Reinaldo. Y Buch Rodríguez Luis M. Un insurreccional de dos épocas, con Guiteras y Fidel Castro. La Habana: editorial Ciencias Sociales. 2001, 300 Páginas.  Entrevista a  Luis M Buch  Coordinador General del M-26 de julio en el exilio  y responsables de sus relaciones publicas, Ministro de la Presidencia   y Secretario del Consejo de Ministro del Gobierno revolucionario de cuba 1959-1962

____________________ Otros Pasos del Gobierno Cubano Revolucionario Cubano (Biografía Dr. Luis M. Buch Rodríguez escrita bajo su supervisión en primera persona como si fuese él)


TAYLHARDAT, Carlos Alberto. La Infantería de Marina en combate Buenos Aires: Revista Militar, v.51;, 1951

viernes, 19 de abril de 2013

Armas, dinero y apoyo territorial de Venezuela para la revolución cubana en 1958. Parte V



Avisos publicados por el M-26 de Julio en Venezuela solicitando  apoyo para su causa 


Armas, dinero y apoyo territorial para operaciones desde Venezuela para la revolución cubana en 1958 I. Parte




http://lapredicacastrocomunistaenvenezuela.blogspot.com/2013/04/armas-dinero-y-apoyo-territorial-de.html


 “…La verdad existe, y no es más que el reconocimiento de la realidad…”


Oscar José Márquez



Contralmirante Carlos Larrazábal Ugueto (1958-1962)


Divergencias  entre los representantes  del Movimiento 26 de Julio y el Contralmirante Carlos Larrazábal


Hubo un intercambio de ideas, palabras y desacuerdos  entre los representantes del Movimiento 26 de julio  con un alto oficial  un Almirante quien quería ayudarlos y  favorecerlos.  Si se quiere decir, frente a los hechos, sería el primer enfrentamiento entre el castro comunismo y la oficialidad venezolana aunque seria solo verbal,  con los meses y los años pasaría a los hechos violentos a través de la guerra de guerrillas o subversión armada.

Ante la posición del Vicealmirante  Carlos Larrazábal, el comandante Luis Orlando Rodríguez, pasó a  explicarle sobre el mismo mapa de la Provincia de Oriente, cada una de las particularidades  de las acciones bélicas que se llevaban en Cuba por parte del ejército rebelde señalándole: “…atacar mediante la emboscada, por sorpresa, aprovechándose de cuando el enemigo estuviera  en movimiento, con lo cual se le obligaba a permanecer inoperante en los cuarteles o arriesgarse a sufrir grandes descalabros al desplazarse, de cómo esto posibilitaba liberar grandes extensiones de tierra  y preparar los  ataques a las posiciones fortificadas del enemigo…”

Esta conversación  es importante para la historiografía de lo que sucederá tiempo después en Venezuela ya que las Fuerzas Armadas venezolanas, pronto comprendieron  al tipo de acciones bélicas a las que se enfrentaban y  fueron, si se quiere, las primeras en adoptar una estructura que les permitiera versatilidad para  operar fuera de los cuarteles y mantenerse en el teatro de operaciones en maniobra constante en contra de los diferentes focos y frentes guerrilleros castro comunistas, hasta derrotarlos militarmente.

En sus conversaciones Luis M Buch, con Suárez, le señaló   que el comandante Luis Orlando Rodríguez, insistía ante el Vicealmirante  Carlos Larrazábal de los éxitos de la estrategia del Ejército Rebelde, pero que Larrazábal, le replicaba  a su vez cada uno de los razonamientos, con lo que llevaba la conversación a “… un callejón sin salida, sin que pudiéramos convencerlo, y lo que era peor, sin que él se decidiera a entregar el material que le estábamos solicitando…”.

Ante lo complejo de la situación   Luis M Buch, tomó la palabra y dijo: “…Vicealmirante Larrazábal, como usted  conoce, ayer en la tarde nos entrevistamos con el Señor Presidente y nos dijo que el compromiso que había sido contraído con el Comandate Fidel Castro se iba a materializar  y que debíamos reunirnos con usted para resolver definitivamente el asunto. El señor Presidente conoce que  la ayuda inicial correspondería al armamento que se podría transportar en un avión de carga con capacidad aproximada de diez toneladas, que es el que  puede aterrizar sin dificultades en las pistas nuestras en la Sierra Maestra. Nuestra presencia ante usted es para ajustar la fecha en que podemos disponer de ese pertrecho, por lo que si hay alguna variación por parte suya, con el mayor respecto,  le pedimos  hable con el Sr Presidente…”

Entonces el  comandante cubano  Luis Orlando Rodríguez, tomó la palabra y le dijo al Vicealmirante Carlos Larrazábal   que tenían la necesidad imperiosa de enviar a Cuba el material militar con la mayor urgencia, pues la guerra estaba a punto de ganarse y que, en estas circunstancias, un centenar de fusiles y algunas ametralladoras y abundante parque de diversos calibres eran vitales para concretar el triunfo de la revolución. Y para neutralizar la posición del vicealmirante Larrazábal, procedió a señalar que las doscientas toneladas de armamento  que él había ofrecido podrían transportarse en una serie de viajes sucesivos por vía aérea, ya fuera utilizando uno o varios aviones.

Ante la insistencia y los argumentos de los representantes del Movimiento 26 de Julio enviados por Fidel Castro, el vicealmirante Carlos Larrazábal, cambió su actitud y  aceptó sus peticiones de entregar por los momentos, de las doscientas toneladas  siete que eran las que se necesitaban con urgencia: “…y terminara aceptando que el monto de la ayuda inicial fuera la que nosotros proponíamos y no sus doscientas toneladas. ¡Con doscientas toneladas de armamento hubiésemos derrocado a Batista y avanzado sobre Washington, si se hacen los…? 

Qué quiso decir con esta frase el Dr. Luis M Buch,  que no la concluyó lo ignoramos y la dejamos a la libre interpretación de nuestros amables lectores. Remató Buch señalando “…pero lo que nosotros necesitábamos de inmediato eran una siete toneladas, que fue la cifra final que le pedimos…”. 

Concluida la reunión  en el Estado Mayor de la Marina de Guerra el vicealmirante Carlos Larrazábal, en la primera quincena de  noviembre de 1958   les señaló a los cubanos que a través de René Estévez, persona designada por el Presidente Larrazábal se les diría cuándo, cómo  y dónde se les entregaría las armas y municiones.

Los cubanos con Luis M Buch y el comandante Luis Orlando Rodríguez se reunieron posteriormente en la Oficina de Juan José Díaz del Real, con el resto de los integrantes del M-26 de julio,  Sergio Rojas, Francisco Pidival,   Oscar Villar, y Manuel Piedra, todos integrante de la sección Venezuela  señalándoles la promesa de entrega de las armas y municiones para la revolución cubana.


Avión  Curtiss C-46, del Modelo  adquirido por el M-26 de Julio para trasporte de las Armas  Maiquetía - Sierra Maestra


Adquisición y compra de una aeronave para el traslado de las armas a la Sierra Maestra
Se designó a una serie de expertos venezolanos y cubanos para que probaran diferentes tipos de aviones que estaban a la venta  seleccionando entre ellos  uno que ofertaba  la empresa colombiana Avianca,  un Curtiss C-46,  avión bimotor motor de gran altura, con una gran potencia, autonomía y carga útil  que durante la segunda guerra mundial se usó primordialmente como transporte militar, y el cual decidieron comprar.

El dinero para la compra del Curtiss C-46 salió de los bolsillos de la población venezolana de acuerdo a lo señalado por  Luis M Buch, “…Con el mismo dinero que había aportado el pueblo de Venezuela en la campaña La Marcha de Bolívar a la Sierra Maestra…”. Esto se hizo por intermedio del cubano Oscar Villar, integrante del M-26 de Julio Sección Venezuela y que se desempeñaba como Gerente en una  prestigiosa empresa de Seguro venezolana.

Procediéndose así a constituir  la Sociedad Anónima, La Mofilonian Air Company, cuya actividad comercial sería el transporte de carga entre Caracas y Miami y viceversa, y todo esto fue bien registrado ante las autoridades venezolanas, con todas las de la ley  para encubrir los vuelos ilegales que se harían a Cuba.

La empresa y el avión se asentaron como prioridad de las Sociedad Anónima en el Registro de Aeronaves de Venezuela. Una vez que los cubanos tuvieron listo lo de la empresa y el avión, se le comunicó a René Estévez que estaban listos para recibir las armas y municiones para trasladarlas a la Sierra Maestra. El  Gobierno venezolano condujo tan preciada carga al Aeropuerto de Maiquetía para su entrega, colocando la carga sobre una rastra que quedó situada a un costado de una de las pistas del  antiguo terminal de Maiquetía, y cubriéndola con un encerado verde, custodiada por unos infantes de la marina de Guerra Venezolana.



1958- Antiguo Terminal Aéreo de Maiquetía, donde por espacio de unas tres semanas permanecieron a un costado de una de sus pistas siete toneladas de Armamento y municiones para la revolución cubana de las doscientas ofrecidas


La rastra con su letal  carga podía ser observada desde el antiguo aeropuerto como señaláramos anteriormente por las personas que acudían  a despedir o recibir a viajeros.

Como la salida del avión se atrasó unas tres  semanas, los neumáticos de la rastra se desinflaron debido al peso del armamento dando la apariencia de abandono.

Por este motivo las autoridades venezolanas se quejaron ante los cubanos, señalándoles su falta de seriedad al  no trasladar los pertrechos a la Sierra Maestra. Al respecto Luis M Buch, a mediados de  la década de los ochenta señaló “…yo les ofrecía excusas, una tras otras, tratando de ganar tiempo y resolver la situación, y te aseguro que,  que aun hoy, me admira la paciencia que demostraron con nosotros ante las excusas que le dábamos. Eso solo se puede explicar por el espíritu solidario que los animaba y porque estaban empeñados en que se cumpliera la palabra dada por Wolfang Larrazábal…”.

Podemos apreciar como treinta años después el  Coordinador General del Comité de Exiliados cubano del M-26 de Julio el cubano Luis M. Buch Rodríguez,  quien llegaría a cumplir funciones como  lo hemos señalado  anteriormente de Ministro de la Presidencia y Secretario del Consejo de Ministros del Gobierno Revolucionario de Cuba, reconocía la actitud y comportamiento del Gobierno venezolano frente a la revolución cubana.  

Igualmente podemos señalar la impotencia, la frustración y desilusión, con el pasar de los años frente a las reiteradas agresiones, invasiones, sabotaje, financiamiento, asesoramiento a los grupos subversivos que le costó a la Nación venezolana incontables muertes y desaparecidos,  así como la infiltración, el  adoctrinamiento, asesoramiento del castro comunismo   a sus adeptos en  Venezuela  contra el pueblo y sus Fuerzas Armadas que la han llevado a la situación de subordinación al régimen cubano en la que se encuentran hoy en día.

Continuara…

Traslado de  Manuel Urrutia y  las Armas a la Sierra Maestra

El tipo de Las armas enviadas a Cuba

Carta de agradecimiento de Fidel Castro al Contra Almirante Wolfang Larrazábal

Como citar este artículo
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Márquez, Oscar J. “Armas, dinero y apoyo territorial  de Venezuela para la revolución cubana en 1958 V. Parte”, entrada del Miércoles  17   de Abril  de 2013, consultado el xx / xx/ URL


Bibliografía
ABC 10-06-1961

Abreú Cardet José Miguel. Cuba y las expediciones de Junio de 1959. Santo Domingo: Editora José Manati 

Buch Rodríguez Luis M.  Gobierno Revolucionario Cubano: génesis y primeros pasos. La Habana: Editorial de Ciencias Sociales, 1999, 220 págs.
____________________Mas Allá de los Códigos. La Habana: Editorial de Ciencias Sociales, 1995

____________________ Suarez Suarez, Reinaldo Y Buch Rodríguez Luis M. Un insurreccional de dos épocas, con Guiteras y Fidel Castro. La Habana: editorial Ciencias Sociales. 2001 300Páginas Entrevista a  Luis M Buch  Coordinador General del M-26 de julio en el exilio  y responsable de sus relaciones públicas, Ministro de la Presidencia   y Secretario del Consejo de Ministro del Gobierno revolucionario de cuba 1959-1962

______________ Suarez Suarez, Reinaldo.  Otros Pasos del Gobierno Cubano Revolucionario Cubano: El Fin de la Luna de Miel  (Biografía del  Dr. Buch Rodríguez II. parte redactada  en primera persona como si fuese él bajo su supervisión)

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Castro Ocando. Revelan detalles de entrega secreta de armas a Castro

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TAYLHARDAT, Carlos Alberto. La Infantería de Marina en combate Buenos Aires: Revista Militar, v.51;, 1951

viernes, 5 de abril de 2013

Armas, dinero y apoyo territorial de Venezuela para la revolución cubana en 1958. Parte IV



Los Cubanos   Ex-Diputado Oscar Alvarado y  Ex-Capitan Rodriguez Villaverde firman el Pacto de Caracas  - El Nacional 21 de julio de 1958 Pág 41


Armas, dinero y apoyo territorial para operaciones desde Venezuela para la revolución cubana en 1958.  Parte I.




“…La verdad existe, y no es más que el reconocimiento de la realidad…” 

Oscar José Márquez

Preparación de las armas de origen venezolano para la Revolución Cubana

De acuerdo a las declaraciones dadas por el Coordinador General del Comité de Exiliados cubanos el Dr. Luis M, Buch residenciado  en Caracas, el material bélico fue  preparado entre los meses de mayo y junio de 1958 según sus propias declaraciones: “…Para mayo o junio de 1958, coincidiendo, aproximadamente con la fecha en que René Estévez  promete a Fidel, en nombre del Presidente Wolfang Larrazábal, la entrega de cierta cantidad de pertrechos. Los militares venezolanos hicieron desaparecer los elementos de identificación y embalaron las armas en huacales de madera con un peso aproximado de entre noventa y cien libras cada uno, al igual que las municiones, de tal manera que fuera fácil su manipulación. Desde esa fecha quedó listo el cargamento para su envio a Cuba…”.

Sin embargo las diferencias o discrepancias entre las organizaciones opositoras cubanas (El Movimiento 26 de Julio, El Directorio Revolucionario 13 de Marzo, La  Agrupación Monteristi, y  El Movimiento 04 de abril) respecto a su reparto, impedían que se diera la orden de entrega presidencial para el  envio  de las armas a Cuba.

Luego de concretarse el Pacto de Caracas donde  se nombra a Fidel Castro  como el máximo dirigente, se establece un gobierno para coordinar el plan general de ataque contra las fuerzas de Fulgencio Batista. Uno de los  representantes  cubanos  del Movimiento 26 de Julio Luis M, Buch, entre los meses de mayo a junio de ese año de 1958, procedió a gestionar, insistir  prácticamente a diario, la entrega de las armas ofrecidas por el Gobierno venezolano para su posterior envio a Cuba sin que  lograse una repuesta favorable  al respecto.

Wolfang Larrazábal renuncia a la  Presidencia y aun no había autorizado la entrega de las doscientas toneladas  de  armamento  al M-26 de Julio cubano
El Presidente Wolfang Larrazábal,  antes de las elecciones de diciembre de 1958 procedió a renunciar el 13 de noviembre de 1958 como Presidente de la Junta de Gobierno para lanzarse como candidato presidencial apoyado por la  Unión Republicana Democrática (URD) y con el apoyo del  Partido Comunista Venezolano (PCV).

El Dr. Edgar Sanabria remplazó a  Wolfang Larrazábal ante la   Junta de Gobierno  venezolano, quien nada sabía del ofrecimiento de armas a las fuerzas rebeldes cubanas. Ante la demora de  la entrega de las armas al movimiento revolucionario cubano ofrecidas por Wolfang Larrazábal, y ante la incertidumbre de su destino,  Fidel Castro  toma  la decisión de enviar Caracas al comandante  Luis Orlando Rodríguez, quien había sido el  primer director de Radio Rebelde, a fin de que gestione en su nombre  la  donación y entrega.

Una vez en Caracas el emisario de Fidel Castro, Luis Orlando Rodríguez, ante el desconocimiento  del destino de las armas  y ante el cambio de gobierno venezolano, en compañía  del Coordinador General del Comité de Exiliados cubanos Luis M, Buch, acudió a  las oficinas de René Estévez en Televilla, quien había desempañado como representante personal del Presidente Larrazábal y había efectuado las  coordinaciones con  los integrantes del Movimiento 26 en Caracas, a fin de buscarle  una solución  al ofrecimiento del suministro de las armas y municiones.

Ante  la solicitud  del  cubano Luis M, Buch a René Estévez,   de que se concretara la  entrega de las armas por parte del gobierno venezolano, este le señaló  una posible solución o vía para contactar al Almirante Wolfang Larrazábal apuntando lo siguiente: “… el  día de mi cumpleaños Wolfang quedó a pasar por mi casa, en horas de la tarde. ¿Por qué ustedes no van a felicitarme y, accidentalmente, se encuentran con él?…”.

Entrevista de los representantes del M-26 de Julio cubano y Wolfang Larrazábal
El día del cumpleaños de René Estévez, se presentaron en su casa los integrantes del Movimiento 26 de julio en Caracas, Sergio Rojas,  Luis M, Buch,  y comandante Luis Orlando Rodríguez enviado de Fidel Castro. Posteriormente  hizo acto de presencia el Contra Almirante Wolfang Larrazábal,  vestido de civil saludando a Sergio Rojas  a quien ya conocía, luego de las presentaciones del caso intercambiaron ideas sobre  la lucha armada en Cuba, las elecciones y la situación internacional.

Los cubanos habían acordado  entre sí que el  Dr. Luis M, Buch como Coordinador General del Comité de Exiliados cubanos,  fuese el que  abordara discretamente y con el mayor tacto a Wolfang Larrazábal,  sobre el asunto del ofrecimiento de la entrega de las armas y municiones. En la primera oportunidad que se le presentó lo abordó señalándole:
 “… excelencia, usted le ofreció a Fidel ayudar a la Revolución Cubana con armas y municiones. Usted como militar, sabe perfectamente que una batalla solamente se puede contar con los efectivos reales en ese momento y no con los posibles  que se pueda recibir. Ha pasado  el tiempo desde que se realizó el ofrecimiento, pero aún no se ha podido concretar. El Comandante en Jefe, Fidel Castro, se encuentra en estos momentos enfrascado en la etapa final    de la guerra, pero desconocemos cuánto tiempo pueda durar en obtener el triunfo. Ha enviado al comandante Luis Orlando Rodríguez, quien nos acompaña, para saber cuál es su decisión final…”.

Ante el requerimiento  y recordatorio de  Dr. Luis M, Buch, Wolfang Larrazábal dio un paso hacia adelante extendiendo su mano y estrechando la del cubano respondiéndole:  “… Venezuela tiene su palabra y su Presidente la cumple. Mañana, a las tres de la tarde, vaya al Estado Mayor de la Marina de Guerra, que el vicealmirante Carlos Larrazábal, Jefe de la Flota, lo atenderá personalmente…”

Es el mismo  Luis M, Buch, quien sorprendido ante la espontaneidad de Wolfang Larrazábal con su repuesta, quien nos señala en entrevista concedida a Suárez…  a mediados de los ochenta: “…me quede paralizado, sin saber qué hacer. Hubiese podido abrazarlo  en gesto de gratitud, chocar las copas  y brindar por su triunfo en las elecciones y la victoria de nuestra revolución, o simplemente, agradecerle su decisión, en nombre de Fidel y de nuestros compañeros de lucha. Pero me quedé mudo, sin moverme. Parece que él se percata, me da una palmada en el hombro y me repite: -Mañana a las tres de la tarde…”.

Carlos Larrazábal y el Movimiento 26 de Julio por el  ofrecimiento  de las armas a la revolución cubana
Al otro día    Luis M, Buch en compañía del Comandante Luis Orlando Rodríguez se presentaron en el Estado Mayor de la Marina de Guerra, donde se entrevistaron con el vicealmirante Carlos Larrazábal, Jefe de la Flota, quien los recibió y les señaló “…los estaba esperando. El Contra Almirante  me informo acerca de cuál es el asunto que los trae, y me dio instrucciones…”. Señalándoles a su vez que había estado estudiando  la cantidad de armamento que hacía falta para que la ayuda fuera efectiva les dijo: “…el armamento que habrá que proporcionársele, para que la ayuda sea realmente efectiva, debe de ser de doscientas toneladas, entre armas, bien balanceadas, y municiones suficientes…”.

Carlos Larrazábal sugirió que su traslado debería ser por mar,  debiéndose  conseguir una embarcación con la suficiente capacidad para esto; que había  analizado la Provincia  de Oriente, en busca de un posible lugar para el atraque de la embarcación y su descarga indicándoles  que este seria Baracoa en vista de su lejanía,  de los puntos vitales del Ejercito de Batista y de las dificultades  para la comunicaciones terrestres.

Indicándoles que el desembarco debería ser de noche para neutralizar a la aviación,  indicándoles a su vez que para el buen éxito de la operación el Ejercito Rebelde debía de realizar una maniobra que posibilitara tomar previamente el referido lugar para el desembarco  de  Baracoa con el fin de darle cobertura y protección ante cualquier contingencia.

Concluida la exposición de Carlos Larrazábal, el Comandante Luis Orlando Rodríguez, tomó la palabra y sutilmente lo felicitó por sus planteamientos. Le dijo que no era conveniente para el Ejército Rebelde, ya que necesitaba de tiempo para su planificación y ejecución, requiriendo de una maniobra militar importante que distraería fuerzas  importantes en los diferentes frentes de guerra para movilizarlo hacia Baracoa, tomar la ciudad o un punto en la costa resguardarlo y esperar el desembarco. Además que se necesitaba la aprobación de  Fidel Castro puesto que  la referida maniobra afectaría la estrategia de guerra.

Una vez que el Comandante Luis Orlando Rodríguez, hizo su exposición,  Carlos Larrazábal los invitó a pasar a la sala de operaciones  salón donde estaban otra serie de cartas geográficas las cuales contenían  mapas de la provincia Oriental de Cuba, al más mínimo detalle con sus poblaciones, caseríos, ríos,  quebradas,  puentes, bosques sembradíos, puertos y otras informaciones  lo cual sorprendió a los cubanos de que se tuviera los referidos mapas con tales  características.

Los cubanos    Luis M, Buch  y  Luis Orlando Rodríguez, ante tal situación planteada  le señalaron al Vicealmirante  Carlos Larrazábal: “…Nosotros queremos obtener la cantidad de armas y municiones que ustedes puedan entregarnos. Pero en estos momentos dada la necesidad inmediata que tiene el Ejército Rebelde, solamente requerimos lo que pueda transportarse en un avión regular de carga, atendiendo a las condiciones de la pista que se va a utilizar para el aterrizaje…”.

El comandante Luis Orlando Rodríguez, le explicó al Vicealmirante sobre  la carta, las posibles pistas de aterrizaje  de acuerdo a las experiencias de los vuelos ilegales con armas y municiones en los meses anteriores señalándole  las ubicadas en la Sierra Maestra  las cuales estaban en capacidad de ser utilizadas por aviones de carga  hasta con  diez toneladas.

Ante el planteamiento de los integrantes del Movimiento 26 de Julio  el Vicealmirante  Carlos Larrazábal, se molestó y les dijo   “…que era inaceptable, porque con  esa cifra de armamento no se contribuía eficientemente; que con eso no se ganaba la guerra de forma inobjetable y segura, y que,  por consiguiente, el prestigio de Venezuela podía quedar en tela de juicio. Su criterio más firme era que la ayuda a la Revolución cubana  fuera en una proporción tal que se garantizara una victoria militar sobre el Ejercito de Batista; menos que eso era inaceptable…”  

Sobre esta posición unos treinta años más tarde  en la década de los ochenta, Luis M, Buch, reflexionaría   exponiendo lo que  pensaba en 1958, de los militares venezolanos: “…por supuesto que Carlos Larrazábal, como todos los oficiales latinoamericanos de la época, hacía cálculos meramente convencionales de cual debía de ser la logística de un ejército. Ellos tenían formación de escuela  militar y desconocían completamente las particularidades que tiene un ejército guerrillero, reducido en hombres, pero que, dadas las tácticas que usa, se multiplica y reduce o aumenta el valor operativo de un arma, en dependencia de si se usa para el ataque o para la defensa…”.

Apreciamos la convicción que  los integrantes del Movimiento 26 de julio para esa época tenían acerca de  su táctica y  estrategia frente a la batallas, cuyas experiencias contra del ejército de Batista,   serían volcadas en  una obra  bajo el nombre de la  Guerra de Guerrillas, escrito por el Che Guevara,  que se convertiría a la postre en el manual a ser utilizado por los diferentes frentes guerrilleros en Venezuela y a lo largo de toda la América latina bañándola de sangre  sembrando la muerte y la   destrucción.

Divergencias  entre los representantes  del Movimiento 26 de Julio y el Vicealmirante Carlos Larrazábal

Como citar este artículo
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Márquez, Oscar J. “Armas, dinero y apoyo territorial  de Venezuela para la revolución cubana en 1958 IV. Parte”, entrada del Viernes   05    de Abril   de 2013, consultado el xx / xx/ 2013. URL: 
http://lapredicacastrocomunistaenvenezuela.blogspot.com/2013/04/armas-dinero-y-apoyo-territorial-de.html



Bibliografía
ABC 10-06-1961

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____________________ Suarez Suarez, Reinaldo Y Buch Rodríguez Luis M. Un insurreccional de dos épocas, con Guiteras y Fidel Castro. La Habana: editorial Ciencias Sociales. 2001 300Páginas Entrevista a  Luis M Buch  Coordinador General del M-26 de julio en el exilio  y responsable de sus relaciones públicas, Ministro de la Presidencia   y Secretario del Consejo de Ministro del Gobierno revolucionario de cuba 1959-1962

______________ Suarez Suarez, Reinaldo.  Otros Pasos del Gobierno Cubano Revolucionario Cubano: El Fin de la Luna de Miel  (Biografía del  Dr. Buch Rodríguez II. parte redactada  en primera persona como si fuese él bajo su supervisión)

Castro Fidel. La contra ofensiva estratégica. La Habana

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