La Hoz y el Martillo símbolos del Comunismo
internacional adaptados por los diferentes partidos Marxistas- Leninistas a
partir de la Tercera internacional
“…La verdad
existe, y no es más que el reconocimiento de la realidad…”
Oscar José
Márquez
El comunismo como tal fracasó a nivel mundial. Algunos
personajes han tratado de resucitarlo especialmente en la América Latina a
través de un supuesto “Socialismo del siglo XXI”, a través de los cuadros de
antiguos líderes que fueron derrotados en el campo político, militar e
ideológico.
Durante los años de la segunda guerra mundial Joseph Stalin,
ignoró a los disminuidos Partidos Comunistas mundiales que actuaban dentro de la más severa praxis
Marxista – Leninista, con una mínima
adhesión por parte de las masas proletarias que ellos querían captar, siendo
solo México la excepción.
Concluida la segunda guerra mundial y ante la falta de
cuadros disponibles y de los esfuerzos
de la URSS por su reconstrucción y de sus satélites los soviéticos, los
ideólogos del comunismo se vieron forzados a mantener sus operaciones en una
fase preparatoria.
En la estrategia global del comunismo internacional, a partir
de mediados de la década de los cincuenta se consideró a la América Latina como
uno de los principales objetivos de conquista.
En nuestro país, el Partido Comunista de Venezuela (PCV) fue
fundado el 05 de marzo de 1931, por Juan Bautista Fuenmayor, Rodolfo Quintero y
Pio Tamayo. Lejos estaban ellos de pensar que el castro comunismo se apoderaría
de Venezuela ya que no existía para su época. Su línea de concepción estaba basada en el pensamiento ideológico
soviético que promovía el Marxista – Leninista “…el desarrollo y la
creación de una sociedad comunista internacional a través de la dirección de un
partido de vanguardia que preside sobre un
estado revolucionario socialista que representa la dictadura del
Proletariado…”.
Desde su inicio el estado venezolano, vio a el Partido Comunista Venezolano (PCV) como un
peligro para la integridad política, social y territorial debido a sus deseos
de eliminar en primer lugar a la Burguesía (representada por la clase media y
acomodada); en segundo lugar por la imposición del ateísmo en un pueblo
tradicionalmente católico apostólico y romano; en tercer lugar por la creación
de un estado de partido único en franco
rechazo al pluralismo político; y en cuarto lugar por la centralización de todas las actividades del estado.
A pesar de lo que se suele decir, el Gobierno de Eleazar
López Contreras desde un principio logró penetrar los incipientes cuadros de
formación y al respecto se publicó por parte del Servicio Secreto de
Investigación venezolano en 1936, una
obra titulada El Libro Rojo de Eleazar López
Contreras contentivo de 326 páginas.
En este texto podemos encontrar
una serie de documentos confiscados al PCV, entre ellos propaganda, así
como la relación y fotografías de gran parte de sus integrantes. Como podemos
apreciar este documento único en su tipo en la América Latina nos señala en una
época tan temprana la lucha en contra de comunismo.
Con la subida al poder de Nikita Kruschev los soviéticos
promovieron un inmenso programa
destinado a incentivar desde el sur y de los flancos un ataque político, económico y militar a
los EE.UU, su principal adversario. A su
vez con el desarrollo económico de Europa Occidental, la Organización del
Mercado Común Europeo y el creciente interés de la industria y capitales
europeos en la América Latina estimularon a la Union de Repúblicas Socialistas Sovietices (URSS), a tratar de debilitar este
comercio para su posterior captación.
Las enormes
dificultades socioeconómicas en Latino América,
venían a constituir un caldo de
cultivo como factor primordial en una guerra subversiva. Por lo que los
soviéticos, hasta 1959, al respecto
pensaban y señalaban según el órgano
Osnovy Markisizma-Lenininizma, la necesidad de la inminencia de una
“…revolución antimperialistas y democrática…”.
Por su parte en Venezuela, un año antes,
en 1958, el régimen de Marcos Pérez Jiménez
cumplía diez años en el poder y había sido derrocado el 23 de
enero bajo la presión de un movimiento militar y popular que había concluido en un Frente Nacional eminentemente
democrático con todas sus imperfecciones pero democrático al fin.
En estos años se produce
la revolución cubana, y el 02 de enero de 1959 es nombrado Manuel
Urrutia como presidente Provisional de Cuba. Urrutia había estado en Venezuela
y había solicitado personalmente el apoyo ante el gobierno de Wolfang Larrazábal, de dinero y armas para la revolución cubana. Urrutia
había partido el 07 de diciembre de 1958
junto a su familia a bordo de un avión que despegó de Maiquetía en el cual se
transportaban unas seis toneladas de armas para los
revolucionarios cubanos en la Sierra
Maestra.
El 03 de enero de 1959 se realizó la juramentación del primer Consejo de Ministro cubano y
entre las medidas se designó a de Fidel Castro como Comandante en Jefe de las
Fuerzas de Tierra, Mar y Aire. Quedó así instalado el Gobierno revolucionario
el 05 de enero de 1959 y el 16 es designado Fidel Castro como Primer Ministro del Gobierno
Revolucionario, en sustitución del doctor José Miró Cardona.
A partir de este momento Manuel Urrutia, se convirtió en el
defensor del estado de derecho frente a la constitución Cubana de 1940, ante los excesos de Fidel Castro y sus
milicianos y de su ideología comunista. Situación esta que derivaría en un golpe de estado.
Fidel Castro, frente a los desacuerdos de Manuel Urrutia,
decide renunciar el 16 de julio a su cargo y el día 17 en un programa de TV,
conocido como Ante la Prensa Fidel Castro fustiga a Urrutia; ese mismo día
por la tarde, las masas populares son inducidas
a la protesta en respaldo de Fidel
Castro, por lo que Urrutia procede a renunciar a su cargo ante el Consejo de
Ministros lo que iniciaría la etapa del dominio castrista en Cuba.
El 16 de abril, ante una concentración de masas en La Habana,
Fidel Castro señala el carácter socialista de la revolución cubana. Y el 01 de
diciembre de 1961 en el programa de TV La Universidad Popular, procede
a declararse comunista al señalar: “…puedo decir con plena satisfacción, que
soy marxista-leninista y lo seré hasta
el último día de mi vida…”
El triunfo de Fidel Castro
para algunos observadores soviéticos
no pasaba de ser un golpe de la clase media definible como una revolución
antiimperialista conducida por la burguesía cubana “…una revolución
burguesa o nacional burguesa. Bajo la guía leninista el movimiento de Castro se caracterizaba por los elementos siguientes “…no había sido puesta
en marcha por el partido comunista, sino por un líder carismático y aun mas,
por un caudillo; después de la conquista del poder…”. Convirtiéndose a la
postre en una dictadura pero no en “…una del proletariado…”
Desde el mismo momento del triunfo de la revolución cubana se
trató de exportar la misma al resto de la América Latina. La sustitución de
Kruschev y la nueva lucha en un proceso transitorio entre los diferentes grupos
del comunismo internacional (URSS - China - Corea - Cuba entre otros) en nada va a venir alterar estos
factores pero la competencia China obliga a la URSS, a recurrir a nuevos
esfuerzos en la imposición del comunismo internacional.
Por este motivo la URSS organizó cinco operaciones simultáneas para:
1.
Acelerar
la formación de cuadros comunistas locales
2.
Intensificar
la propaganda en general
3.
Desarrollar
las Organizaciones Auxiliares y los Frentes Únicos, bajo las más diversas formas.
4.
Organizar
y preparar tropas de choque de guerrillas
5.
Servirse
de la Revolución Cubana y convertir a
Cuba en base de operaciones políticas y militares.
La estrategia comunista en América Latina se caracterizaría
aun más por tres aspectos que se
complementan entre sí:
1ro. Una infiltración permanente que vendría a constituirse en la base de todas las acciones
tácticas.
2do. Una constante vigilancia para aprovecharse
de la primera oportunidad para entrar en acción.
3ro. Un tercer aspecto que completa los anteriores a partir de 1962 en que el
Kremlin llego a la conclusión de que le era imposible a la URSS,
financiar las exigencias derivadas de la Guerra Fría y competir al mismo tiempo
con Occidente en su ayuda a los países subdesarrollados.
Ante esta situación a partir de febrero de 1962 los
diferentes dirigentes (Jefes) comunistas en América Latina procedieron a
recibir instrucciones para que, por
medio de elementos especializados, intensificaran el “…sabotaje económico…” y
acelerar así el proceso inflacionario.
Por este motivo Moscú tomó la
decisión de complementar la “…revolución Ideológica…” por “…la Revolución del
Hambre…”. A partir de este momento
podemos apreciar en todos los países de América Latina un recrudecimiento de la
agitación en los medios sindicales, con
el fin de detener la producción industrial y paralizar paralelamente los diferentes servicios de
transporte. Se intensificó la guerra psicológica en el campo
con el objeto de reducir la producción agrícola y a lo largo y ancho de la América Latina podemos
encontrar las evidencias de las tácticas del comunismo internacional en contra
de cada una de las soberanías de
cada país.
No hay comentarios:
Publicar un comentario