lunes, 25 de febrero de 2013

La Estructura subversiva comunista 1955-1965 en América Latina





“…La verdad existe, y no es más que el reconocimiento de la realidad…” 

Oscar J. Márquez 

Estructura de los elementos comunistas subversivos y sus auxiliares en la década de los sesenta
Para poder entender  en parte lo que sucede hoy en día en algunos países de Latinoamérica,  debemos de analizar los procesos históricos y sus consecuencias, especialmente la estructura adoptada, primero por el comunismo y, posteriormente, por el castro comunismo, en los sectores intelectuales, culturales, sindicales   y estudiantiles   a partir de 1959. 

Estas Estructuras pusieron en funcionamiento el aparataje del comunismo internacional al iniciarse la Operación Frente Único,  con la utilización de las Organizaciones Auxiliares y los Tontos Útiles, de gran importancia estratégica para la antigua Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) por lo que era “…difícil de ser combatida…”. Pero que encontró a partir de 1962 un obstáculo imprevisto y embarazoso para Moscú, por el hecho que este se produciría entre los mismos comunistas.

Ello se debió a las divergencias de conceptos estratégicos entre chinos y rusos.

Mao Tse-Tung y su equipo “… consideraron que la política de  alianza  y compromiso diluye progresivamente al comunismo, llevándolo a perder su ímpetu y agresividad…”,  cuando, según Pekín, “…el comunismo, para vencer, precisa ser aplicado en su forma pura y violenta…”

Por lo que fieles a la tesis de Mao Tse- Tung, los chinos, a partir de 1960, comenzaron a reclutar, de manera sistemática, a los disidentes comunistas de origen ruso, especialmente a los stalinistas, trotskistas, anarquistas y elementos de otros grupos revolucionarios. 

Para esa época no existía en América Latina una colonia de origen oriental, como las de Brasil, Perú y Panamá, que no hubiese sufrido el proceso de infiltración mediante el chantaje, la corrupción, métodos  estos que a su vez fueron utilizados por los soviéticos a través de las migraciones europeas especialmente de refugiados rusos, polacos, checos, rumanos,  húngaros entre otros.

En este sentido los chinos montaron su propio Aparato, aunque numéricamente inferior al soviético teniendo la ventaja de usar elementos ideológicamente firmes y convincentes en los cuadros Auxiliares y en las Organizaciones de Base.

Por lo tanto la injerencia china permitió de alguna manera que los elementos duros y dispuestos que siguieron sus orientaciones, superaran con gran ventaja a los que seguían la línea u obediencia soviética,  ya profundamente corrompidos por el dinero fácil colocado a su disposición tanto por Moscú, como por gobiernos locales como el de Brasil bajo la presidencia de Joao Goulart y el de Cuba por Fidel Castro.

Por otra parte, contrario a lo que se suele señalar, en la década de los sesenta la insuficiencia e incapacidad no solo de las policías sino de los servicios secretos de inteligencia militares latinoamericanos, permitieron la fácil expansión del dispositivo chino y cubano.

El Aparato del Comunismo internacional 
El aparato (APARAT) del comunismo internacional, mantenía una férrea estructura para finales y principios de de la década de los cincuenta y sesenta para la conquista del poder. El cual controlando el partido comunista de la Unión Soviética estaba el Gobierno de Unión de Repúblicas Soviéticas, “el Aparat”, soviético  dueño y señor de un inmenso y rico imperio organizaba una vasta red operacional. 

Si les preguntamos a algunos de nuestros mayores que, de una u otra manera, militaron o participaron en la izquierda comunista en esos años bien  nos podrían señalar a cuáles de estos cuadros pertenecían.

Los Miembros del APARAT Comunista, llamados así según la jerga comunista aparat o aparattchik, eran reclutados previa una  severa selección y después de algunos años de observación y práctica. A través de cursos de capacitación y  liderazgo,  obsesionados por el poder, raramente creían en el Marxismo – Leninismo y eran los  que en si manejaban la maquinaria comunista. Llegaron a existir unos 300.000 elementos a nivel mundial. En los países con una fuerte democracia actuaban encubiertos.

Líderes Comunistas-Jefes Comunistas 
Elementos especialmente escogidos eran entrenados,  capacitados y adoctrinados para el  liderazgo. Un 30% en el partido y un 70 % en las organizaciones paramilitares.  Ambicionaban el poder por el poder, y entre sus filas podríamos encontrar algunos idealistas.

Activistas y comunistas
Estos solamente tenían cursos de capacitación; 50 % en el partido y 50 % en las organizaciones paramilitares; en su mayoría fueron unos idealistas,  fieles creyentes de la doctrina comunista.

AD=Acción Directa
Esta estaba conformada por elementos de choque,   saboteadores y terroristas.

Espías e informantes
Lo conformaban grandes elementos del APARAT,  algunos de ellos idealistas, otros arribistas u oportunistas.

Organizaciones Auxiliares
Eran todas aquellas asociaciones, comités, federaciones  organizaciones pacifistas, sindicalistas, profesionales, estudiantiles, feministas, que fueron infiltradas o penetradas y utilizadas por los Partidos Comunistas en América Latina con finalidad de  ejecutar la táctica del Frente Único

Idealistas comunistas, socialistas e izquierdistas
Integrados por una  gran cantidad de profesiones liberales en la enseñanza y en los medios de la clase pobre.

Inocentes, frustrados, rencorosos, tontos útiles y desajustados
Reclutados en todos los diferentes sectores sociales, tenían ideas vagas y actitudes sentimentales (nacionalistas, pacifistas, antiestadounidenses, anticapitalistas, anticolonialistas)

Aprovechadores y Corruptos
Estos estaban encuadrados en todos los medios y tenían ideas vagas y actitudes sentimentales (nacionalistas, pacifistas, antiestadounidenses, anticapitalistas, anticolonialistas). Muchas veces se quedaron con los dineros de las donaciones, colectas y de los recursos aportados por el comunismo internacional. 

Inconscientes
Eran aquellos que eran captados y manipulados en  las masas que seguían sin pensar los slogans de los líderes 

Cédulas comunistas
Integradas por unas  veinte personas

Es conveniente recordar que durante la Conferencia de Bandungen 1955, la URSS examinó la posibilidad de implementar una nueva táctica comunista a través de lo que se denominó  Operación Nacionalista, que dio  origen a los Movimientos de Liberación Nacional. Bajo el control de los comunistas,  esta táctica se esparció rápidamente por África y el Sudeste Asiático conjuntamente a los procesos de descolonización, extendiéndose posteriormente  a la América Latina. 

Se sustituyó el internacionalismo por el nacionalismo lo que ilusionó falsamente a la opinión pública, comenzando por los sectores de clase media, militares, sectores democráticos, ocasionando un consecuente relajamiento de la vigilancia de las autoridades.

Maniobra esta que consiguió engañar a muchas personas de buena fe y permitió, al mismo tiempo, la alianza entre diferentes grupos, no obstante  sus orientaciones filocomunistas. Esta táctica conllevó a la movilización de vastos sectores intelectuales y culturales que favorecieron y estimularon las posiciones comunistas en la América Latina.

Sin embargo antes de la ejecución de la  Operación Nacionalista, que dio origen a los Movimientos de Liberación Nacional, merece la pena referenciar un hecho poco conocido, pero muy significativo.

Hasta  1957, todas las organizaciones auxiliares pacifistas, sindicalistas, profesionales, estudiantiles, feministas, etc., exceptuándose las ligadas directamente a las representaciones diplomáticas de los países bajo la esfera de los países comunistas, como los Institutos de Relaciones Culturales, o las organizaciones de espionaje y contraespionaje,  dependían de los Partidos Comunistas locales que a su vez estaban subordinados al antiguo Komintern o Kominform y, después de la transformación de este ultimo en la División Extranjera del P.C.U.S.(URSS)

En octubre de 1957 el esquema anterior fue modificado radicalmente cuando todos los Jefes de los Partidos Comunistas latinoamericanos y los Miembros del Aparat continental de América fueron llamados a Montevideo, a cuya reunión acudieron representantes del P.C.U.S. (URSS). Al mismo tiempo, las redes de mando de las organizaciones auxiliares, que hasta entonces pasaban por los Partidos Comunistas locales, fueron establecidas en línea directa, “…o sea, de la sección nacional o local al Estado Mayor Internacional respectivo, en Moscú, Praga, Budapest, Varsovia , Berlín Oriental u otras capitales comunistas.

Esto trajo como consecuencia que los Partidos Comunistas, desprovistos de sus activistas más capaces, fueron relegados a un segundo término, manteniendo como tarea principal la formación de escuelas y la “…representación Política del comunismo oficial…”. Y los órganos de prensa comunistas fueron sustituidos por periódicos “…nacionalistas…”.

La  movilización masiva de las Organizaciones Auxiliares, tenían  como principal objetivo favorecer la rápida formación de numerosos Frentes Populares o Frentes Unidos, en todo el continente y colocar bajo tutela de los comunistas a los que ya existían bajo la estrategia de lo que se conoció como la Táctica del Frente Único o Frente Común.

El desarrollo de esta táctica  fue ampliamente discutida en noviembre de 1957 con ocasión de cumplirse el cuadragésimo aniversario de la Revolución Soviética, en Moscú, donde participaron todos los Jefes del Comunismo latinoamericano. Al respecto la Nouvelle Revue Internationale,  publicó un artículo del Sr. Luis  Corválan, uno de los líderes   del comunismo chileno y quien llegaría a presidir su  Secretariado donde se señalaba “…la debilidad de las corrientes progresistas dirigidas por los burgueses y la necesidad de que los comunistas tomen en sus manos ese movimiento para poder organizar frentes democráticos, populares y nacionalistas…”

Para esa época las actividades comunistas en el continente latinoamericano se realizaron bajo las siguientes proporciones de 10 % dentro del Partido Comunista  y cerca de 85 a 90 % en las organizaciones auxiliares, que eran muy variadas, pero bajo el control de lo que los comunistas llamaban entre sí el Aparat.

Sin embargo el Aparat, comunista representaba en si una minoría bien seleccionada dentro de las propias fuerzas comunistas. En la URSS, se calculaba que de sus 220 millones de habitantes para esa época seis millones pertenecen al Partido Comunista y solo 180.000 personas al Aparat. En América Latina, para una población global de 200 millones, los miembros de los Partidos Comunistas sumaban en ese entonces alrededor de 300.000 mil, mientras que los elementos del Aparat  se limitaban escasamente a la suma de 18.000.

Para 1960 pocos países en América Latina habían tenido éxito frente a la embestida comunista y ante la  coyuntura de la desigualdad  política y social que era explotada al máximo por los comunistas por  toda su estructura. Solo para ese entonces  Venezuela, Brasil y Chile habían dado una prueba fehaciente de una real voluntad política de efectuar reformas sociales especialmente en las estructuras agrarias.

En el caso específico de Venezuela, los gobiernos democráticos se esforzaron por suavizar el desnivel social, el analfabetismo y la infraestructura agraria, a través de la ley de Reforma Agraria, una amplia campaña de alfabetización que después sería copiada por los cubanos y la masificación y mejora de la educación.

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